Desde la torre de control de tráfico aéreo del Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín (SJU), la vista de la pista de aterrizaje 8-26 será diferente por los próximos siete meses.

En vez del movimiento de aeronaves con pasajeros o carga, desde la semana pasada, trabajadores y camiones se desplazan por la vía para completar su renovación a un costo de $48 millones, provenientes de fondos federales y capital de Aerostar Airport Holdings, el operador privado de la instalación.

La pista 8-26, que mide unos 10,400 pies de largo, fue construida con una base de hormigón y una capa de asfalto que ahora será removida por primera vez desde 1997, cuando se pavimentó la vía.

Mientras los trabajos terminan, las operaciones del aeropuerto se concentrarán en la pista 10-28, explicó Jorge Hernández, presidente de Aerostar, durante un recorrido con El Nuevo Día por el área de los trabajos.

El ejecutivo aseguró que dicha pista, localizada en el lado sur del aeropuerto, permitirá que los itinerarios de los pasajeros continúen inalterados. “Nosotros (Aerostar) no vislumbramos ningún tipo de impacto para las operaciones de aerolíneas comerciales o carga”, apuntó Hernández.

Para ello, Aerostar remodeló la vía de rodaje conocida como “taxiway hotel”. Los trabajos en esa zona iniciaron en abril de 2023 e incluyeron la reconstrucción de 3,500 pies lineales de pavimento, instalación de nueva luminaria y mejoras a la infraestructura pluvial. Asimismo, se realizaron mejoras a la pista 10-28, con el objetivo de acondicionarla para el uso primario que se le dará por los próximos meses.

“Llevamos más de un año en el proceso de planificación y mitigación de riesgos para reducir el tiempo de obra en la pista”, destacó el ejecutivo. “El proyecto pretende durar unos siete meses. Un proyecto de esta magnitud en Puerto Rico, ejecutado en ese tiempo, es algo único”.

¿Cómo se desarrollarán los trabajos?

Luis Fabre, principal oficial de Infraestructura de Aerostar, precisó que los trabajos en la pista 8-26 se dividieron en tres fases a cargo del contratista local Del Valle Group, al que se le adjudicó la subasta del proyecto.

El proyecto incluye escarificar y sustituir el asfalto, tarea que también cuenta con el apoyo de Lagan US, Inc., una compañía estadounidense especializada en la reconstrucción de pistas de aterrizaje. Luego, darán paso al reemplazo de toda la iluminación de la pista, incluyendo su cablería, explicó Fabre.

“Actualmente, la iluminación de la pista es incandescente, pero se va a cambiar por iluminación LED, lo que hace la operación más sustentable”, afirmó el ejecutivo.

Hernández, entretanto, destacó que el proyecto también contempla la construcción 100% en hormigón del conector Sierra de la pista, que con la fuerza y viraje de las aeronaves sufre un desgaste mayor.

“La pista se compone de asfalto, pero esa porción (del conector) la haremos de hormigón. Queremos alargar la vida útil de ese pedazo de pavimento”, detalló el presidente de Aerostar.

Concretamente, Hernández aseveró que el conector en hormigón contará con una vida últil de entre 30 a 40 años, mientras que la pista de aterrizaje en asfalto no tendrá que ser renovada hasta en dos décadas.

A juicio del presidente de Aerostar, la renovación de la pista 8-26 permitirá al aeropuerto estar en condiciones para atender el incremento en flujo de pasajeros que lleva experimentado hace dos años.

Mientras en 2022, SJU cerró con 10 millones de viajeros, el año pasado, registró la cifra récord de sobre 12 millones. Para 2024, las expectativas del ejecutivo son que la instalación registre unos 13 millones de pasajeros por primera vez en su historia.

Este movimiento colocó al principal aeropuerto de Puerto Rico como el noveno entre los aeropuertos de tamaño mediano en Estados Unidos, al tiempo que ocupó la posición número 43 entre las instalaciones aeroportuarias estadounidenses más concurridas.

Desde la llegada de la empresa al aeropuerto en 2013, Aerostar ha invertido sobre $348 millones en infraestructura, reclamó el ejecutivo.

Próximamente, iniciará la construcción de un nuevo puente peatonal entre el estacionamiento multipisos y el Terminal A de la instalación a un costo de $5 millones. A la vez, la empresa trabaja en el diseño del proyecto de remodelación de los baños de los terminales, que conllevará una inversión de $7.5 millones.

El cambio climático

Hernández aseveró que las inversiones de Aerostar son viables a largo plazo, aún cuando un informe del Comité de Expertos y Asesores en Cambio Climático (Ceacc), creado por el gobierno en 2019, apunta a que la pista principal del aeropuerto se encuentra apenas siete pies sobre el nivel del mar.

Incluso, el informe plantea que el aeropuerto “ya comienza a tener eventos de inundación prematura en algunas de sus instalaciones motivando a expertos en cambio climático a proyectar la posible mudanza de la actividad aérea de (SJU) al Aeropuerto Internacional Rafael Hernández, en el municipio de Aguadilla”.

Para el presidente de Aerostar, empero, no debe haber motivo para alarma, debido a que “las proyecciones que tenemos nosotros están cerca de un aumento de un pie en el nivel del mar a 2053″.

“San Juan no es el único aeropuerto que está atendiendo estos retos”, dijo Hernández.

Parte del plan del operador privado incluye los trámites para realizar, junto con el gobierno federal, un estudio hidrológico-hidraúlico (HH) de los cuatro canales de agua que subyacen el aeropuerto.

“Estamos implementando unos procesos de medición hidrológica para medir los flujos de agua en todas las áreas alrededor del aeropuerto. También, estamos midiendo los niveles de la laguna Torrecilla y de ahí definir ciertos pasos a seguir en cuanto a proyectos de mitigación, como pueden ser canalización de los canales o implementación de represas, entre otras”, acotó.

Fuente: El Nuevo Día

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