Luego de que el gobernador informara que el proceso de recuperación tomaría 10 años, el director ejecutivo del COR3, Manuel Laboy, validó que las proyecciones son correctas, tomando en consideración los desembolsos realizados y proyectados por la agencia, aunque otros líderes del sector estiman que tomará más tiempo.

“Tomando en consideración que en el desastre de Katrina demoró 14 años en desembolsar la totalidad de $14 mil millones, al paso que vamos, dónde están pagando mil millones por semestre, esto podría tomar hasta 17 años para culminar los desembolsos para nuevas construcciones o reparaciones de los daños”, señaló el consultor en recuperación y desastres y portavoz del grupo Coalición Civil María 2017, Iván A. Casals Rivera.

No obstante, Laboy aclaró en entrevista con EL VOCERO que “cuando hablamos de reconstrucción nos tenemos que referir a la reconstrucción permanente”.

Explicó, que, aunque muchos suelen dirigirse a los fondos otorgados desde que pasó el huracán María, que fue en septiembre de 2017, en los primeros tres años no hubo obligaciones de fondos de obra permanente, porque fueron destinados a la estabilización del desastre, que tomó alrededor de un año, explicó el funcionario.

Informó que en el caso del huracán María se han obligado poco más de $23 mil millones, y también hay cerca de $4 mil millones que son de resiliencia, que también son parte de la reconstrucción permanente.

“De obra permanente, en diciembre de 2020 —o sea, justo antes de comenzar la administración Pierluisi— solamente se habían desembolsado en obra permanente $159 millones y al día de hoy esa cifra está cerca de los $1,800 millones”, aseveró Laboy.

Ante el reclamo de que se están desembolsando $1,000 millones por semestre, Laboy explicó que eso cumple con la meta del COR3 de desembolsar $2 mil millones para 2023, por lo que ya se ha desembolsado la mitad para junio 30.

Para el 2024, dijo tener la determinación de lograr una meta ambiciosa, basándose en los proyectos de gran envergadura que están programados para subasta y en construcción. Mencionó ejemplos como la licitación de contratos para el sistema eléctrico y acueductos, así como proyectos en áreas de Educación, Transportación Pública, Fomento Industrial, Departamento de Salud y edificación pública, que oscilan entre los $20 millones y $300 millones cada uno. Este escenario de creciente actividad en la construcción lo lleva a revisar sus proyecciones, anticipando un aumento en los desembolsos. Aunque aún no puede precisar la meta exacta para el próximo año, considera probable que supere los $2 mil millones.

“A lo mejor el año que viene la meta (de desembolso) es un poco más, y a lo mejor en el 2025 un poco más y eso se va a ir nivelando. Pero si tenemos más o menos 23 mil millones que desembolsar en reconstrucción, pues yo tendría que estar sacando $2,300 millones al año aproximadamente”, explicó.

Se le cuestionó al ejecutivo si se corre el riesgo de perder alguno de estos fondos, y explicó que FEMA, una vez los obliga, los organiza en grupos de Hojas de Trabajo de Proyecto (PW, por sus siglas en inglés) y se les otorga un tiempo límite según las proyecciones de reconstrucción. De no cumplir con las proyecciones, corre el riesgo de perder los fondos, a menos que el COR3 justifique el retraso y presente el progreso que ha tenido. Hasta el momento, la agencia ha intervenido siempre que se acerca una fecha límite.

Según Laboy, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés) ha destinado fondos para más de 9,000 obras permanentes, que suman aproximadamente 20 mil instalaciones. Sin embargo, el proceso de ejecución y desembolso se establece en función de cada proyecto individual, y recientemente FEMA ha extendido el plazo, teniendo aproximadamente 100 proyectos con fecha límite para septiembre de 2024, mientras, que, otros se extienden hasta el 2026 y 2027. Los proyectos importantes relacionados con energía eléctrica, acueductos y educación tienen plazos establecidos hasta el 2027, e informó que el COR3 está redactando una justificación para extender el tiempo.

Por otro lado, el gobernador, la semana pasada, hizo alusión a la escasez en la mano de obra en la industria de la construcción como uno de los mayores retos para el progreso de la construcción. Según Laboy, las proyecciones de diez años toman en consideración que se tendrá la suficiente cantidad de contratistas para lograrlo, por lo que están fomentando la llegada de trabajadores de Estados Unidos.

“Ahora bien, está el tema de mano de obra que puede venir de Estados Unidos, porque son ciudadanos americanos y en mi opinión ahí está la oportunidad… He tenido conversaciones con compañeros de gabinete, como el Departamento del Trabajo, Desarrollo Económico, la Oficina de Asuntos Generales en Washington, Prfaa, el Departamento de Estado, donde estamos abordando esfuerzos para llevar un mensaje a los puertorriqueños, que hay decenas de miles en Estados Unidos que pudiesen retornar, regresar a la Isla porque ven que hay oportunidades y no son por un año ni dos, estamos hablando de muchos años”, expresó el funcionario.

No obstante, reconoció que el fomentar la llegada de mano de obra extranjera, presenta muchos desafíos debido a un proceso estricto con el Departamento de Seguridad Nacional y un historial de inmigración que Puerto Rico no controla, además de la competencia con otros estados que tienen ventajas en cuanto a cuotas de visas.

“Otra opción que estamos trabajando en paralelo y que de hecho hay un evento del Consejo de Gobierno de Puerto Rico que vamos a estar haciendo en agosto, es llevar el mensaje a las compañías grandes de construcción en los Estados Unidos, que se dedican a hacer proyectos de gran envergadura, que vean las oportunidades que hay aquí para que puedan competir en el mercado de Puerto Rico”, acotó.

Según las distintas organizaciones que representan la industria de la construcción, se estima que hay entre 35 mil a 40 mil empleados formales en la industria de la construcción y se requiere un promedio de 80 a 90 mil empleados. Eso significa que hay una brecha de 40 a 50 mil empleos que atender.

Fuente: El Vocero

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